sábado, 8 de mayo de 2010

Afortunado y Arrogante || Lucky and Arrogant

Español (English version below)

No exageramos cuando decimos que casi nunca nos damos cuenta de lo afortunados que somos. Pero tampoco dudamos en presumir lo que tenemos.

En este año hemos conocido a chamos de países en condiciones de pobreza más intensa que Venezuela, y con contradicciones aún mayores: Bangladesh, India, Irak... Y ninguno, ninguno de ellos se dedica a hablar mal de su país como lo hacen muchos venezolanos. Parece que sólo al cruzar la frontera todo es infinitamente maravilloso y nuestro país se convierte en un basurero gigante al que nadie quiere regresar.

Estamos conscientes de que la situación de nuestro país está bien lejos de ser la mejor en este momento, y que lleva así algún tiempo. Pero hay una gran diferencia entre estar al tanto y gritar a los cuatro – o a los cinco, o a los seis – vientos los defectos de nuestra nación.

Somos afortunados. Teniendo un teléfono celular estamos mejor comunicados que al menos 55% de la población mundial (ver http://www.itu.int/ITU-D/ict/statistics/ict/graphs/mobile.jpg). Llegar a esta página implica tener acceso a Internet, del cuál no dispone el 73% del mundo (http://www.internetworldstats.com/stats.htm). Poder leer este mensaje implica no ser analfabeta, grupo al que pertenece alrededor del 20% del planeta para 2005 (http://es.wikipedia.org/wiki/Analfabetismo). Aún más dramático, tener acceso al agua potable es un beneficio del cual no goza el 17% del globo (http://www.worldwater.org/data.html).

Si bien debemos estar conscientes de que la situación en la que nacemos afecta el desarrollo de nuestra vida, dándonos distintas oportunidades, es poco razonable estar orgulloso de ella. Porque sólo podemos estar orgullos de nuestras acciones, que son producto de nuestras decisiones. Si no lo decidimos, si no tuvimos otra opción, no es meritorio.

Por dar un ejemplo sencillo, no son pocos los que presumen de sus bienes: los que le han dado sus padres. Es diferente saber que hemos nacido con mejores oportunidades que mucha gente en este mundo a presumirlo. Esto último es arrogante, irracional y definitivamente no es un incentivo para hacer nuevas amistades.

PD: Tenía tiempo sin hacer una entrada, empecé a colaborar para la revista digital Guayoyo En Letras, una idea fresca y con gran potencial para producir cambios en el país, que pueden encontrar en la barra lateral ----->

...y aquí: http://guayoyoenletras.com/revista/

PD2: Respecto a la relación que tienen las condiciones en las que nace una persona y el éxito que tiene empecé a leer el libro “Outliers” de Malcolm Gladwell, hasta ahora sin desperdicio.



English

We don’t exaggerate when we say that we almost never realize how lucky we are. But we don’t doubt presuming what we have.

In this year we have met people from countries with more intense poverty conditions than Venezuela, and with bigger contradictions: Bangladesh, India, Iraq… And none, none of them goes around stating bad facts about their country as a lot of Venezuelans do. It seems that when crossing any national border everything looks infinitely nicer and our country becomes a giant trashcan to which nobody wants to return.

We are conscious that our country’s situation is very far away of being its best at this time, and that it has been like this from a while. But there’s a big difference between knowing this and to state our nation’s defects with all guns blazing.

We are lucky. Having a cellphone we are better communicated than at least 55% of world's population (see http://www.itu.int/ITU-D/ict/statistics/ict/graphs/mobile.jpg). To get to this page implicates having internet access, which 73% of the world doesn't (http://www.internetworldstats.com/stats.htm). To be able to read this message it's necessary not to be illiterate, group to which belongs around 20% of the planet for 2005 (http://en.wikipedia.org/wiki/Literacy). Even more dramatic, having access to drinking water is a benefit that 17% of the globe hasn't (http://www.worldwater.org/data.html).

Even though we need to be aware that the situation in which we are born affects our life's development, giving us different opportunities, it's not very reasonable to be proud of it. Because we can only be proud of our actions, that are a consequence of our decisions. If we don't decide it, if we don't have another choice, it's not meritorious.

A simple example: those presuming their goods - given by their parents – who unfortunately are not few. It's different to know that we were born with better opportunities than many people in this world than to presume it. The latter is arrogant, irrational and definitely it's not an incentive to make new friendships.

PS : About the Relationship between success and the conditions in which the person is born, I started to read the book “Outliers” written by Malcolm Gladwell, so far so good.

domingo, 2 de mayo de 2010

Esto te puede parecer totalmente off-topic... Qué opinas del precio de la gasolina en Venezuela?

Paréntesis: No sé si lo he dejado claro con anterioridad: lo expresado aquí es la opinión de un estudiante de ingeniería aficionado a la política. Es de esperarse que haya lagunas y frases que puedan parecer medias verdades para un lector bien informado. Fin del paréntesis.

El precio de la gasolina en Venezuela ha sido desde hace un par de décadas una variable política. Hay alguna especie de asociación, en algún nivel, entre los paradigmas "Venezuela es un país rico", "Venezuela es un país petrolero" y por eso "la gasolina debe ser barata para todos". Esto lo he percibido en personas de todo estrato social y de casi cualquier tendencia ideológica, incluídos los "yo no me meto en política... Asco".

Es un hecho que en Venezuela la gasolina se paga con monedas, el cambio de alguna compra anterior, los billetes de baja denominación que se encuentra uno en un bolsillo de un pantalón lavado o debajo de la alfombra del carro. Su costo es despreciable si se le compara con el de países vecinos, que también están en desarrollo y con un ingreso per cápita en términos reales inferior al de Venezuela. Esto genera un enorme tráfico ilegal de combustible por las extensas fronteras terrestres y marítimas del país. Aún si el desproporcionado subsidio a la gasolina (que llega al 95% si se compara con la venta a USA y hace que PDVSA pierda anualmente el equivalente al PIB de Kirguistán) favoreciera a la población, está también favoreciendo a los traficantes de combustible, y es posible que cree focos de violencia en la frontera.

Ahora bien, un precio tan bajo deja un margen de comercialización mínimo que no permite cubrir los costos operativos de una gasolinera, y que desincentiva cualquier inversión en el sector. Por eso cada vez el horario de las estaciones de combustible es más reducido y se encuentran en peores condiciones, con la notable excepción de las que opera PDVSA, de nuevo gracias al subsidio. A mi parecer este precio es una rémora que impide un mayor crecimiento económico del país. Es evidente que el precio no se puede ajustar al promedio internacional, ya que la inflación que esto generaría arruinaría el poder adquisitivo de los venezolanos. Estudios serios que he leído anteriormente establecen que su precio se debe multiplicar por 4 ó por 5 en un período de un año.

El hecho de que la gasolina sea tan barata hace que todo el que pueda se mueva por la ciudad en vehículo propio. En Caracas por ejemplo, alrededor del 20% de los transeúntes lo hacen, generando aún más tráfico y dificultando la implementación de mejores políticas de transporte público.

El precio de la gasolina y el problema del tráfico y el transporte público son un problema estructural, que requerirá largo tiempo para solucionarse, cuando la bandera de los planificadores económicos sea el crecimiento del país y del ingreso real de la población y no el populismo.

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